Octaviana
Es tan sencillo como cerrar los ojos. Cierro mis ojos y  las dulces melodías me transportan a donde yo quiero ir, donde ya nada importa. Tu voz resuena a lo lejos, parece guiarme a través de las magnificentes olas del cruel mar que nos separa, aquel que me lleva cada vez más lejos, me aparta de la triste realidad que pretendo desconocer. Porque ignorar sólo agrava la situación de la que yo soy la creadora, creadora de este falso mundo que sólo existe dentro de mi alterada mente, que nadie se molesta en comprender.
Con los ojos cerrados, puedo verte a lo lejos. Por más que intento, fuertemente, no abrir mis ojos, la realidad se expande ante ellos y aquel efímero pero hermoso sueño, invadido por el terrible caudal de la verdad, se desgasta lentamente.
Mi realidad, donde ya nada importa excepto tú. Sólo quedan las ruinas, pero mi voluntad es tan fuerte para reconstruirlo una y otra vez. 
Nunca voy a poder salir. Es un ciclo que no se cierra nunca. Es mirar atrás y ver todo lo que cambio, es darse cuenta que en la ignorancia se vive mucho más feliz. Tan sencillo como abrir los ojos y entender que nunca lo podrás lograr. 

0 Responses

Publicar un comentario

Real Time Web Analytics